Hoy llegaremos a Riez, después de una contundente etapa de 113 kms, es un aviso a navegantes de las rutas de montaña que acontecen.
Martin, perderá contacto con el grupo en Petrius y pasados varios días no nos volveremos a encontrar con el.
Tras la llegada en el pueblo, haremos algo de compra y buscaremos cobijo por las inmediaciones.
Esta vez, el afán de explorador de Pablo, nos llevara exhaustos a una colina de por lo menos, unos 200 metros finales que no bajan del 20% y asi, desfallecidos y con la lengua fuera, lograremos hacer tocar el timbre de una vivienda de apariencia solitaria.
Mientras me estoy haciendo una idea de nuestro modus operandi para buscar un sitio donde dormir, una silueta femenina fantasmal surge tras la cristalera del balcón de la parte superior de la villa y poniéndose a duras penas el batín encima del camisón, nos mira perpleja y con un gesto con la mano lento pero determinante que Pablo consigue ver, nos invita a salir de su propiedad.
Una pena, porque su jardín es de primera y tiene unas vistas alucinantes que dominan el valle.
La ultima imagen quedara registrada en mi disco duro para siempre, puesto que justo antes de emprender nuestra huida, la veo agarrada al teléfono como si le fuera la vida en ello y me viene a la memoria la entrañable viejecita de armas tomar de la genial y cómica película » El Quinteto De La Muerte «
Pablo y yo, lo tenemos claro, avanti, avanti ..y poniendo pies en polvorosa, huimos de la escena del crimen antes de que la cosa se ponga malita de verdad.
Tito, demostrara otro talante y se quedara «solo ante el peligro»
pretendiendo explicarle, nuestras buenas intenciones a la ya experimentada arpia
Tonight at the end y medio dead, bosque de hayas para dormir y cocina Don Tito.
Ensalada de tomate con maíz, cebolla, patatas minis, atun y huevo frito, aparte. Menudo lujo.
Necesito
