Esta mañana una camiseta polar de manga larga roja enroscada y atada alrededor de la cabeza a modo de vendaje, me ha permitido dormir con los ojos tapados para que las luces alógenas de lo alto de la mezquita que han permanecido encendidas no me molestaran durante el sueño.
Han sido cinco días prácticamente sin dormir inquieto tras la vuelta a una dinámica en desuso. Estar un mes y pico lesionado y fuera de la rutina acostumbrada de rodar y tener la mente limpia y despejada me ha producido mucha inquietud mental y a su vez cierto embotamiento pero no por este motivo ha sido menos fructífera la experiencia de vuelta al ruedo.
Estoy contento porque es la primera noche después de cruzar hace 5 días la frontera con Iran que consigo dormir en condiciones. Son las 8 de la mañana y apartó ligeramente el vendaje que cubre parcialmente mi cara lo cual permite que uno de mis ojos fisgue de refilón los calcetines de colores vivos que cubren las pantorrillas y tobillos de personas postradas en posición de rezo sobre la extensa alfombra roja que a su vez nos ha servido de esterilla improvisada bien mullida.
Hay un silencio que sólo se rompe con el murmullo de las plegarias a Ala y el ronroneo de nuestros pensamientos mañaneros que empiezan a bostezar. La sala de la mezquita se queda vacía, ahora sólo es una guarida mística que despereza nuestros vapuleados cuerpecillos con estiramientos oxidados para recuperar un tono vital necesario y así afrontar lo que acontezca en este ecléctico día que seguro tenemos por delante.
Fantástico como diría mi amigo Manu que se encuentra en estos momentos con Josu esquiando en Formigal Miles away from here.
La gran hospitalidad de sus gentes es sin duda un rasgo característico especialmente de Iran y del mundo musulman en general. Tanto es así que estamos pensando si será posible llegar hasta Bander Abbas, sur del país, pernoctando de Mezquita en mezquita, idea nada peregrina puesto que el camino así nos lo indica.
Los pueblos rurales y sus gentes siempre curiosas y sencillas se acercan continuamente interesándose de donde venimos y que religión procesamos, siempre acompañados con un Té de bienvenida. Mood4Love agradece el gesto al grupo de mujeres que nos acogen sonrientes.
Sobre las 2 del mediodía y siempre hacia al sureste, entramos en Khasan. Nos acercaremos primero a la ciudad vieja y tras dar una vuelta acabaremos acariciando el atardecer en un lugar mágico, donde encontraremos personajes peculiares levitando con uno de los productos locales de label 😬
Un día impresionante en todos los sentidos y de nuevo disfrutando del Road trip en toda su esencia.
La extrema afabilidad que impregna el talante de sus gentes, hará que nos vuelvan a guiar de nuevo, esta vez de la mano de un joven en bici llevándonos de cabo a rabo por toda la ciudad en busca de un baño turco que nos deje en estado zen. Una búsqueda fútil puesto que acabaremos en el gran y añejo Bazar justo antes de que echen el cerrojo.
Tito, como siempre entablando conversación, Plou oteando el horizonte tranquilo y el mister inquieto cámara en ristre disparando por doquier yeahhh
Ahora, sentado después de engullir un falafel escribo las últimas líneas del día justo antes de subir al económico hostal de 5 euros la noche.
Han tenido que despejar el local porque cerraban y era el ultimo cliente. Con las prisas me he marchado sin pagar la cuenta y con los cascos puestos, no siendo hasta la entrada del hostal que me he cruzado con el currela que me ha perseguido en moto para que liquidará lo debido 😬
Ahora me encuentro tumbado en la cama de colchón piedra del hostal, con el calefactor al rojo vivo y ya pasada media noche. No sin antes, cerrar los ojos y relatar el gran encuentro de hoy con una ser humano especial, Hassan.
Se trata de un personaje que me ha recordado a la leyenda de un hombre invencible » Diógenes» sólo que no iba desnudo. El pelo largo, barba prominente y descalzo, vaga feliz por las calles del Bazar de Kasham. En el primer encuentro le he sacado varías fotos y presintiendo su humanidad, he perseguido a hurtadillas con la Nikon
Mood4Love lo acompañara.
El segundo encuentro me doy de bruces con él en uno de los solitarios callejones del Bazar ahora que he salido de noche. Le vuelvo a retratar y cuando posa frente a mí, me mira sonriente y me suelta el segundo y más contundente I Love You de Iran..quizá sea lo único que sepa en inglés pero me llega al alma.
Ahora lo sé!.. I ve felt in love with Iran 😎
😀🌍
Ondo loin..ahora sí 😴