El acceso accidentado al dormitorio de esta noche ha causado una herida en la parte delantera de la bici.
Arrastrándola con mimo la llevo a la carretera principal y de ahí de vuelta al restaurante Bing Bang, donde Martin ya se encuentra presente,- Él ya opera a cámara descubierta.
Acto seguido, una refresco y una cerveza local Lasko como desayuno, nos permite capear un temporal que en segundos ha ganado fuerza y descarga sus lagrimas con dolor.
La única preocupación aparente es la carne que ayer compramos y peligra de enfermar antes de ser engullida.
Refugiados y bien abrigados, intentamos cocinarla en el Bing Bang y ante el rechazo de su dueño, este a cambio nos deleitara con una sopa que sin duda Arzak no dudaria en incluir en su menu Michelin estelar.
La cara es un espejo del alma y esbozamos una amplia sonrisa. Acojononte!!!Ñam!!
Un alto en el camino memorable y salida de Stilica, Croacia, con un puerto de montaña histórico 😅
Una estación de servicio es nuestro parapeto frente a la inestabilidad metereologica y el siguiente pueblo, cuna de una noche vital donde la supervivencia cobra sentido.
Mas adelante pasaremos por Cesarica y encontraremos un pueblo apacible.
Con los utensilios a mano, por fin damos salida a la carne que celosamente guarda Martin. La cortamos en piezas que justo entran en la lata de las sardinas que hemos improvisado para la ocasión como buena parilla de Guetaria y como si se trataran de sendos chuletones de label.
Prendemos lumbre con unas velas y conjunto un poco de madera, paciencia y tesón, daremos cuenta de las proteínas que necesitamos para seguir la andanza al día siguiente.
Terminado el menú de degustación a un precio desleal, plegaremos las velas y nos cobijaremos resguardados de las previsiones tormentosas bajo el porche de la planta inferior de una casa abandonada a su suerte con embarcadero particular. Un lujazo.
Unas lineas antes de dormir, producto estrella marroquí y un Facundo Cabral hacen que duerma como un bebe.
💤💤🙏🏾