Amanecemos en un parque tranquilo cerca de la pizzeria y nos reencontramos Tito y yo despues de varios dias en la plaza del pueblo.
Una travesía sin esfuerzo llana nos lleva a Cremona, una ciudad que nos sorprende por su ambiente sosegado y belleza arquitectónica
Nos sentamos en una terraza en la plaza principal varias horas disfrutando de sus elegantes habitantes y de unas cervezas.
Esta noche, nos retiramos en piña pronto a dormir, un parque en las inmediaciones del pueblo, nos acoge.
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