Cruzar una frontera en concreto la de Iran, no siempre nos tiene preparados un chute de adrenalina extra que nos avive y permita seguir fogosos el camino.
Esta vez la noche es cerrada y después de acceder a ambos pasos fronterizos por serpenteantes y largos pasillos con nuestras bicicletas a lomos, terminamos encontrándonos sin la conexión esperada de autobús a Teherán.
El clima opresivo del lado fronterizo Irani se refleja en el rostro de sus personajes, casi todos ellos agentes de cambio que funcionan en el mercado negro.
Los días están contados, son sólo 30 días de visado y en ese plazo pretendemos cubrir una extensión de unos 2000kms.
Es noche cerrada y la decisión está tomada pasaremos la noche a 3 kms de la frontera. Al día siguiente después de una agitada noche rodaremos nevando hasta Macu.
Macu, un pequeño pueblo que se encuentra a 20 kms de la frontera. Se trata del punto de enlace para circular en bus los 1000 kms que nos separan de Teherán a la espera de nuestro amigo Plou, eso sí antes, seremos invitados por unas lugareñas a un cocido de garbanzos de la zona con todos sus condimentos. Una bomba de neutrones posible causa de nuestro futuro malestar.
Mood4Love quedara en el garrito como impronta de una cocina peligrosa para nuestros estómagos pero agradecida.
Visitaremos varias agencias de autobuses y por eliminación, terminaremos con el mejor postor.
