Tito ha sido hoy el primero en levantar el vuelo y darse un buen chapuzón en las aguas ya frescas del Adriático. Los demás hemos seguido su ejemplo raudos al comprobar que su piel resistía el envite.
Como si fuera la fantástica Mila Jovochich en el quinto elemento,
Joren, ha dado una bocanada de aire fresco al grupo y desde su tranquilidad ameniza la marcha. Es curioso cómo el número de miembros en un grupo de personas puede alterar el funcionamiento del mismo. Quizá, solo sea sensación mía pero siento que todo fluye mejor y con más suavidad desde que Joren se encuentra con nosotros, como si estando él ahora no nos fuéramos a separar de vuelta.
Circulamos con cadencia y hacemos varias paradas en nuestra ruta, el objetivo de hoy, es por lo menos hacer la mitad de los 200 kilómetros que nos separan de Dubrovnik.
Makarska, un bonito pueblo a orillas del Adriático nos ayuda a efectuar la parada técnica ofreciéndonos recursos naturales para disfrutar. Una siesta comunitaria en la playa nos permitirá recuperar fuerzas.
Esta noche Pablo es el chef y su Italian cuisine. 750 gramos de spaghetti con chocolate y queso. !Todo un éxito!..Todos nos chupamos los dedos y caemos rendidos por la contundencia de la receta. Chapeau😀
Una vez más un pueblo nos sonríe al paso, Cradac. De fondo mientras nos dormimos se escuchan las olas y en su traqueteo acarician las piedras de la orilla.
Voz off- libro Martin👍🏻
- Good Night
