El desayuno nos lo hemos tomado hoy junto a un cementerio y a falta de dulce hemos tomado un arroz con garbanzos. El alimento energético es contundente y nos permite pedalear tranquilos y con diversas paradas en el paraje hasta llegar a Rijeka.
Nuestra falta de información sobre el territorio que atravesamos, es evidente, tan siquiera sabemos que El Cune es la moneda local y esta vigente, aun a pesar de formar Croacia parte de la Unión Europea.
Al pisar la ciudad lo primero que hacemos es averiguar a cuánto esta el cambio y con una cerveza aclarar las ideas, aprovechando el cumpleaños de Tito. La consígnia Avantii, es lo único que queda claro, así que la atravesamos buscando dónde pegarnos un baño, decidiendo dejarla de lado por ser una ciudad industrial y comercial que ofrece poco atractivo.
El primer pueblo pasado Rijeka, nos servirá para desquitarnos del día y refrescarnos en un mar Adriático como una balsa de aceite con temperaturas calurosas a tener en cuenta.
Acabaremos cenando los cuatro en la terraza de un local frente al mar y brindando por el viaje, por la aventura y por supuesto por el cumpleaños del susodicho, que contento como unas castañuelas, de momento ha conseguido burlar el constante bombardeo de whatsapps.
Zorrionak 💪
